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Al término de esta apéndice se espera que…
¿Cuántas veces nos hemos enfrentado a la dinámica académica de discutir contenidos para consensuar opiniones? ¿Has sentido alguna vez que este tipo de actividades pareciera ser desordenada y no tener una fundamentación clara? Cuando no han tenido éxito las discusiones, ¿A qué piensas que se debe? ¿Crees que a pesar de que existan distintas opiniones, podamos mejorar nuestras discusiones?
En este apartado, te invito a que revisemos qué se entiende por Discusión productiva, qué acciones se ven involucradas, cómo volverla eficaz en entornos académicos, además de recomendarte algunas estrategias para que puedas evaluar una actividad de estas características. Tu propia experiencia es el mejor argumento para no olvidar que siempre tenemos dinámicas interactivas con otros y que, ser más conscientes de estas acciones, potencian nuestra capacidad de comunicarnos de mejor manera.
En el contexto educativo, una de las actividades que suele exigir una discusión productiva es la comprensión de textos escritos. Por ejemplo, han asignado la lectura de un caso específico para la clase y, con base en la comprensión individual de los estudiantes, se solicita al curso discutir para resolver cuestionamientos o problemáticas. Sin embargo, esta actividad es posible proyectarla más allá del contexto universitario. Por ejemplo, el diseño de un plan estratégico de negocios exige el estudio del modelo en el que se enmarque la propuesta. La discusión acerca de lo que hayas comprendido de dicho modelo puede potenciar un trabajo más completo y con elementos que no hayas considerado a partir de una lectura individual.
¿Qué acciones podría incluir una discusión productiva?
◊ ¿Cuántas de las acciones mencionadas anteriormente aplicas en tus discusiones?
◊ ¿Consideras que cumplir con todas ellas asegura una interacción productiva? ¿Por qué?
◊ ¿Cuál de las acciones crees que es la más difícil de llevar a cabo?
◊ ¿Hay alguna otra acción que consideres necesaria para que una discusión sea efectivamente productiva? ¿Cuál y por qué?
Por lo general, el proceso de enseñanza-aprendizaje nos exige una serie de actividades interactivas en las que debemos participar activamente con nuestra opinión. Muchos de estos casos, tal como mencionamos anteriormente, se asocian con la comprensión en general, sea de textos escritos u orales. Para llevar a cabo una actividad académica grupal en la que se requiera una discusión productiva, la literatura especializada sugiere:
A. Asignar roles. En los trabajos grupales, siempre es conveniente que puedas identificar cuáles son las fortalezas que puede tener el equipo de trabajo. Si no conoces a los integrantes, pueden presentarse e incentivar compartir con qué rol se sienten más a gusto. Entre los roles principales están: Líder, Escribano (secretario), Mediador, Evaluador. Recuerda que en un grupo reducido, un integrante puede cumplir más de un rol a la vez y que estos no son inamovibles, ya que pueden ser reasignados si la dinámica así lo requiere.
B. Revisar instrucciones. Los trabajos grupales suelen estar direccionados, por lo que es conveniente que no pierdan de vista las instrucciones proporcionadas, las preguntas guía o los focos de discusión que hayan entregado.
C. Registrar opiniones. Es recomendable que cada persona lleve un registro personal, pero es mucho mejor que sea sistematizado por quien haya asumido el rol de escribano.
D. Evaluar logro de objetivos. “Llegar a la meta” no es una expresión ajena a la discusión productiva, ya que es esencial que durante la actividad se vaya haciendo una revisión del estado de avance que conduce al cumplimiento de los objetivos.
¡Sí, es cierto! Hasta ahora hemos revisado en qué consiste la Discusión productiva, las acciones principales y la eficacia que supone el llevarla a cabo. Pero… en la práctica… ¿Cómo podemos aplicarlo? El siguiente esquema te presenta algunas intervenciones que puedes realizar durante el proceso. Es vital que cuando las apliques, siempre enfatices el uso de un tono en tu expresión que sea cordial, puesto que de esa manera se resguarda y transmite fielmente el mensaje.
NOTA:
Recuerda que estas son preguntas que no responden a un solo momento de la discusión productiva, sino que pueden ser articuladas a lo largo de la actividad. Lo importante es prestar atención a ellas y responder de manera clara y precisa. Además, te recordamos que no van en un mismo orden y que puedes modificarlas de acuerdo con el registro de la conversación, ya que va a depender de la situación comunicativa en la que te encuentres.
A continuación te mostramos algunas sugerencias acerca de cómo organizar los momentos cruciales de una discusión productiva. Para cada momento, te dejaremos algunos tips que puedes implementar al momento de organizar un trabajo en equipo. Recuerda, la evaluación del proceso es fundamental para realizar ajustes, por lo que te sugerimos que no olvides mantener una evaluación permanente acerca del funcionamiento del grupo de trabajo.
¡Registro de acuerdos!
Este momento es ideal para que fijen quién hará la toma de notas, cómo medirán el progreso de la discusión. Procura que los integrantes tengan libre acceso a este registro para evitar confusiones y optimizar el tiempo.
◊ Comunícate de manera clara y directa, respetando siempre los turnos de habla.
◊ Mantén el foco de la discusión, realizando aportes asociados con la temática que se discute o con las fuentes con las que se está trabajando.
◊ Respeta la diversidad de opiniones y considéralas un aporte para una verdadera discusión productiva. Cuando no haya consenso y sea imperativo alcanzarlo, el mediador deberá tomar cartas en el asunto. Te recomendamos hacer una lista pequeña acerca de los aspectos positivos y negativos de cada opinión. El registro y posterior visualización de estos elementos son una estrategia valiosa y contribuye a la resolución de problemas en las discusiones.
Aquí es cuando revisamos que los objetivos planteados se hayan cumplido. Si hemos trabajado de manera consciente, organizada, con registros acerca del progreso y los aportes que cada integrante ha realizado, efectivamente habremos alcanzado la meta. Para que la experiencia sea enriquecedora, te aconsejamos finalizar con un proceso de evaluación grupal y uno de evaluación individual. Al momento de evaluar a los integrantes del grupo, te recomendamos que no solo rescates aquellos elementos o momentos en los que se haya generado diferencias de opinión, sino también reconoce las fortalezas y los aspectos positivos. En tu propia evaluación… haz lo mismo. Reconoce tus incomodidades y proyecta de qué manera podrías mejorar en situaciones futuras.
Recuerda que las discusiones productivas no solo las encontramos en entornos académicos, sino que son fundamentales en el futuro profesional. Una discusión productiva es la evidencia del desarrollo de habilidades comunicativas esenciales en el mundo laboral.
A continuación te dejamos un instrumento para que evalúes una discusión productiva. Al momento de aplicarla, te sugerimos que sea puesta en común con todos los integrantes del equipo, aunque en caso de no tener una cercanía con el equipo de trabajo puedes dejar tu autoevaluación como evidencia de tu propio progreso y mejoras a futuro.
Niveles de desempeño
1: Hemos cumplido a cabalidad con este criterio.
2: Logramos algunos elementos pero quedan aspectos por mejorar.
3: Hasta el momento, no se ha trabajado este aspecto.
Niveles de desempeño
1: Hemos cumplido a cabalidad con este criterio.
2: Logramos algunos elementos pero quedan aspectos por mejorar.
3: Hasta el momento, no se ha trabajado este aspecto.
Referencias bibliográficas
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Johnson, E. M. (2017). Balancing comprehension and conversation: How elementary teachers manage multiple purposes for text discussions. Teaching and Teacher Education, 66, 325–337. doi:10.1016/j.tate.2017.05.005
Kucan, L., Hapgood, S., & Sullivan Palincsar, A. (2011). Teachers’ Specialized Knowledge for Supporting Student Comprehension in Text-Based Discussions. The Elementary School Journal, 112(1), 61–82. doi:10.1086/660689
Meneses, A., Müller, M., Hugo, E., & García, Á. (2016). Discusión productiva para la comprensión de textos: habilidades y conocimientos específicos en la formación inicial de profesores. Estudios pedagógicos (Valdivia), 42(4), 87-106.
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